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La experiencia de la docente que enseña a otros profesores para enfrentar el déficit de lectoescritura en el salvador
10/07/2023

 

La profesora Margarita Cárcamo de Menjívar comparte con otros docentes de su país lo aprendido en el Diploma de Lectura, Escritura y Oralidad del IE, que cursó en 2020 como parte del Programa Escuelas Chile.

Margarita Cárcamo de Menjívar es profesora de Lenguaje hace más de 20 años. Actualmente, trabaja en el Centro Escolar República de Chile de El Salvador, una de las escuelas con nombre de Chile que se encuentran en Latinoamérica y el Caribe. Este establecimiento forma parte del Programa Escuelas Chile, impulsado por la Agencia Chilena de Cooperación Internacional Para El Desarrollo (AGCID) y el CIAE de la U. de Chile, que busca fortalecer diversas capacidades entre los docentes para mejorar los aprendizajes y abrir redes de colaboración entre países.

Durante el 2020 y como parte de este programa, Margarita tuvo la posibilidad de participar en el Diploma de Lectura, Escritura y Oralidad que imparte el Instituto de Estudios Avanzados en Educación de la Universidad de Chile. No fue sencillo, ya que debido a la pandemia tuvo que realizarlo desde su casa, y sin acceso a un computador. “Yo tenía el problema de que no tenía computadora, y desarrollé todo el diplomado con el teléfono”, relata la profesora.

A pesar de ello, cuando el director del establecimiento le propuso participar en el programa, no dudó en aceptar. “Era una gran oportunidad para poder mejorar, porque yo pienso que el maestro mientras más se prepara, no solo para él, sino que prepara para su trabajo, vamos a ser mejores para los niños, vamos a tener más opciones y oportunidad de poderles ayudar en diferentes casos que se nos presentan”.

Margarita cuenta que su experiencia en el diploma fue muy positiva: “estaba emocionada porque la lectura es abrirle el mundo a los niños, entonces para mí fue bien gratificante”. Destacó que tuvo la oportunidad de conocer a maestros de diferentes países e intercambiar ideas y actividades, “realmente todos tenemos ese mismo desafío, de que nuestros alumnos tengan un mejor futuro, ya que la enseñanza de la lectura, escritura y oralidad es la base para que este niño en el futuro sea un profesional”. Además, valoró el apoyo que recibió de las y los académicos, su accesibilidad y apertura a responder consultas.

En cuanto a los contenidos, agradece haber obtenido una visión más clara del proceso de enseñanza de la lectura y escritura, comenzando desde la primera infancia e incluyendo estrategias de motivación. “Es un proceso muy bonito porque le da al docente herramientas para poder ayudar a través de un procedimiento”. De lo aprendido, destaca la importancia de evitar que los niños se sientan frustrados, iniciando con lo más sencillo y generando en ellos un sentimiento de felicidad y deseo de aprender. Considerando que tiene estudiantes en tercer grado que aún no saben leer, señaló que fue muy valioso aprender estrategias para sobrellevarlo y que no se sientan en desventaja.

De profesora a formadora de docentes

Si bien el diploma terminó en enero del 2021, Margarita le comentó al director de su escuela que quería compartir lo aprendido con otros docentes y decidió preparar una capacitación sobre cómo motivar a los estudiantes, detallando las diferentes etapas de la lectoescritura en una jornada con maestros de su propia escuela. La actividad fue muy bien recibida, por lo que se propuso llegar a más profesores. “Si yo estoy recibiendo algo tengo que compartirlo”, remarca.

Le escribió al Ministerio de Educación para contarles que había desarrollado un diplomado, que quería colaborar. “Como ahora en todos los países estamos viendo que los niños no aprendieron a leer en estos años de encierro, estamos viendo las dificultades, entonces me llamaron para formar parte de un equipo para ayudar a dar capacitación a maestros de la zona, de la ciudad”.

Como resultado, en la actualidad, Margarita comparte sus conocimientos con un grupo de 60 maestros de la ciudad de San Salvador. Enseña cómo identificar y caracterizar a un niño con dificultades, cómo adaptar el aprendizaje según sus necesidades individuales. “Tenemos que ayudarles, porque ellos no nos vamos a decir ‘ayúdenme’, nosotros tenemos que descubrir esa necesidad, estamos en el lugar que estamos para ayudar a esos niños y esos jóvenes”, finaliza.

 

Fuente: Comunicaciones IE